Falta poco para mi cumple y este año no da espera a pesar de su pandemia. Me puse a pensar que lo que menos hice en esta cuarentena fue escribir para mí. Casi todos los días, entre corregir textos de otros, leer frases de los demás y escribir por encargo, fui poco diligente para adelantar mis propios textos.
Se me ocurrió que debía escribir como fuera. A manera de disciplina ─quiero creer y no que es una culpa─ quiero hacer pequeños, grandes, medianos ─o del tamaño que sea─, ideas todos los días hasta mi cumple.
Y retomar ─como hacerlo en cualquier cosas que a uno le apasione─ cuesta a veces. Nunca sufrí del síndrome de la hoja en blanco, pero sí del desánimo que produce la idea de escribir o, por lo menos, el imaginario de sentarse y sacar el tiempo para coordinar ideas; por lo menos las propias, porque, como he dicho, por el encargo es más fácil.
Espero que si nadie me lee, me sirve para mí mismo. Es la idea. Vamos a ver cómo nos va. 👀
Tweet |
1 ¡Ajá, dime qué ves!:
Este año ha sido una pausa, retomar a veces suena como si nunca se hubiera arrancado, pero si o si, toca.
Publicar un comentario
Porque al que se le conoce hoy como profeta se le llamaba vidente: