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martes, diciembre 29, 2009

¿Happy New year?

Publicado por Yo soy Escribidor |


El año para mí comenzó antes de que se acabara. Empecé a contar los días de un nuevo año antes que se escuchara que faltaban cinco pa' las doce. Hace un año estaba trabajando en una notaría; fue mi primera experiencia laboral que no terminó tan bien. Debo reconocer que aprendí, conocí gente muy chévere, disfruté ciertos almuerzos y fui capaz de realizar todas las funciones que me impusieron en un sistema burocrático y lleno de presión. Eso me desató ansiedad, temor, depresión; terminé sin poder dormir. Comencé a consumir pastillas para dormir y pastillas para trabajar. El sicológo me dijo -con aires de suficiencia- que yo tenía Crisis del Pánico y que no valía la pena (con tono de te comprendo, pero me importa tu dinero) tratar eso así y que lo mejor era remitirme al psiquiatra. Yo pensé estar bastante jodío como para que el sicólogo te mandara al psiquiatra.

Recuerdo en especial la ida a la sicóloga de la universidad por principios de la depresión , y de una psicosis rara que me dio: yo pensaba que iba a perder mi décimo semestre. No sé por qué eso se me metió en la cabeza, y cuadré citas semanales con ella. Luego que me gradué, no fui más; creo que fue un error.

Volviendo a mi crisis del pánico, cada día tenía que decirle a mi mamá que orara por mí. Hasta cierto punto, una parte de de mi interior, enfrentaba esa vergüenza. Recuerdo en especial que mi mamá siempre oraba para que Dios me diera una buena mujer; me imagino que todavía ora por eso, y yo espero que se materialice.

Viví un cambio de notaría que, en lugar de beneficiarme, me perjudicó: el nivel de estrés y depresión aumentaron. Me sentía vacío por lo que hacía y empecé a cuestionar muchas cosas de mi vida espiritual, y comencé a cuestionar al Señor. El 27 de diciembre del año pasado, pude hablar desde el púlpito de mi iglesia. Ese día en especial creí haber entendido que tenía que esperar lo que fuera necesario hasta tener otra posibilidad laboral. El lunes 29 de diciembre de 2008 me echaron. Grabé un video -que puedes verlo aquí- unas horas antes de irme. Le agradezco a mis amigos que estuvieron pendiente de mi crisis del pánico que padecí (¿padezco?) en aquel momento; y que lo vivieron tanto como yo mismo.

Luego el blog que me pone a soñar. La nueva sicóloga que me dijo: si no haces algo por ti ahora, toda la vida vas a ser un fracasado laboral. Por eso estudiar Humanidades y Lengua Castellana es para mí -Como diría Jimmy- comprar mi libertad. Por tal razón entiendo haber estado en la notaría porque me abrió esta posibilidad, debió haber sido Dios; eso creo yo. Luego el desempleo y las enfermedades repetitivas. La dermatitis. El colon. La tristeza y la espera. Después The Bigcell con sus alegrías. El Caos -con J. y L.- que aumentó la soledad, y fue apertura a los malos presagios que abundan en las alegrías momentáneas. Las enfermedades con sus especialistas: médicos generales, dermatólogos, alergólogo, gastroenterólogo, coloproctólogo, dermatólogos, otra vez a lo largo de todo el año. Las peleas con los amigos y el abandono de la familia. Las palabras obvias (Está tratando contigo, te está moldeando, algo bueno vendrá...); éstas, que por cierta que sean, en momentos no quitan el pesar. Trabajé de mesero con mi tía. Profesor de Escuela en la iglesia (Me echaron para el otro semestre). Canté más de lo que tenía pensado. Grabar videos caminando en los muros de Quilla, y videos de mí cantando canciones. Películas y buena compañía. Docente en un colegio; frustración y alegría (Hay algo de todo eso que no me desagrada, dije). Colonoscopia y el muy claro olvido.

Cursiva-Es que creo que no está y no me ama...
-No -me interrumpió-. Es la depresión.

El largo año que no fue tan largo con sus cosas buenas y malas. Un círculo vicioso de errores y buenos momentos. Espero que el otro sea mejor; uno siempre dice esas cosas, pero en realidad más que desearlo, llega a necesitarlo. Quiero escribir más, quiero aprender más cosas, sonreírle a la vida dura, mirar más películas y leer más libros, conocer más sitios y más gente, amar a los que tengo y no dejarlos de amar, perdonar más, llorar más de alegría que de dolor, correr más y volarme más torniquetes en los buses, caminar en más muritos cerca de mi amigo, ir a la playa a quemarme, disfrutar las dietas difíciles y las tarde soleadas, los amaneceres rojos y las caminatas a lo lejos, cumplir los treinta que debo (quizás me comenzaré a quitar), hacer algo por ayudar al resto y dejar de manifiesto quien puedo llegar a ser.

La depresión no se fue del todo. Hay días en donde siento ese vacío que no se llena y me lleva a cuestionar mi propia vida. De vuelta a los interrogantes acerca de un Ser superior que no me ama y que puede disfrutar de mis fracasos; y luego, mi propio yo que me dice que eso no es así, no puede ser así, y trato de continuar.

Para aliviar la tensión existencial, un videíto viejito, de cómo Manduca quita ojos de pescao'
¡Feliz Año!


sábado, diciembre 26, 2009

Colonocrónica

Publicado por Yo soy Escribidor |


Después me encontré solo en aquella sala mientras esperaba mi turno para el procedimiento. Todo permanecía en silencio y únicamente se escuchaba el tic tic tic del ritmo cardíaco de un paciente que estaba siendo intervenido. Ya me habían canalizado la vena, y las personas que antes estaban allí, se fueron. Estaba solo y me sentí solo.
Algunos días antes, el coloproctólogo me había dicho la obligatoriedad de una colonoscopia, y sólo pensar en esa palabra, complica la hombría y, de cierta manera, la dignidad que tengo. Al parecer era necesario el procedimiento para detectar la raíz de mis males digestivos. Ahora estaba a punto de permitir a un hombre ver mi intimidad, sin la posibilidad de la defensa.
El anestesiólogo puso el sedante en el catéter que tenía en mi mano izquierda. Ahora era mi ritmo cardíaco el cual sonaba. Tic tic tic. La droga hizo su efecto: desinhibir mi vida y olvidar algunos recuerdos. Disfruté de una temprana alegría, como hace algunos años no sentía. Dije haber entrado en la Matrix y que allí se entra con la píldora azul o roja. En realidad no sé cuál es la que tomó Neo en la película; la mía fue de un color beige que entraba por mi vena. Luego de eso, y en plena alegría, fui intervenido –con todo lo que eso significa-; un dolor en el estómago que fue extraño sentir. Para mí, el procedimiento duró 3 minutos; pero sé que fue alrededor de 15 ó 20 minutos.
Ya en recuperación, recomendé al anestesiólogo grabar un Cd de boleros porque, a mi parecer, tenía talento para eso.
“Me gusta el bolero”, creo que fue lo que me dijo; bajo el efecto sicotrópico no sé que es verdad o qué producto de mi imaginación.
Otro médico me guío a encontrarme con mis acompañantes. Creo que tenía una sonrisa en mi rostro. No vi a nadie y pensé que se habían ido, y que me habían dejado solo. Por primera vez, la presencia de la soledad no fue triste. Tales pensamientos fueron interrumpidos cuando vi a Jaime, quien atendió las indicaciones del médico –las cuales no recuerdo-, y me abrazó para evitar que me cayera. Aunque creía que era un momento feliz, era todo lo contrario, sólo que no lo sabía; el letargo en que se vive en Barranquilla. Luego he pensado que el abrazo de mi amigo me acompañaba no en el falso gozo sino para evitar caer más bajo. No tengo memoria de lo que hablamos en el taxi. Mi papá hablaba más de lo normal pero no me estorbaba.
¿Qué hablé durante esos minutos? Cuando alguien está bajo el efecto narcótico, en ese estado que no pertenece a la realidad, el hombre pone a prueba sus miserias. Comienza a mezclar su realidad con su imaginación y el pensamiento onírico llega de un solo golpe; el hombre, aquí, no sabe qué día es, no sabe que es verdad. Bajo los efectos de los sedante, uno vive la alegría que le hace falta a sus días.
No obstante lo anterior, mientras almorzaba noté que el efecto de la substancia iba desapareciendo y, poco a poco, me abrazó una extrema aflicción que podía descifrar. Entendí que la alegría que viví respondió al fruto sideral de la droga. Comprendí que los adictos, cuando el efecto de la droga está pasando y se están enfrentando a la profunda tristeza de su adicción, buscan acallar su alma con más dosis de dolor y vicio. Conviertiendo la vida en un círculo interminable de luchas campales por vivir en un mundo irreal.
Si me preguntan que si me dolió, responderé que no; sólo el dolor en el estómago. ¿Que si fue como lo imaginé? No, aunque los resultados no fueron tan gratos. Dice el médico que tengo que someterme a un procedimiento, el cual no tengo para hacerlo. Hemos optado por la dieta que me ayuda un poco, pero que no sé cuándo debe caducar y que, por momentos, en lugar de ayudarme, empeora mi mente.
Por momentos, recuerdo la sensación del sedante que recibí y que me da miedo volver a vivir eso porque en esa condición todos los malos me parecen buenos, y el dolor necesita dosis frecuentes de engaño; porque hasta la muerte me parece buena gente.

miércoles, diciembre 23, 2009

Video cortico

Publicado por Yo soy Escribidor |



Prometo decirle a Jheffer que baile más estilo moon walker. Tengo que decir que la vaina es de raza, el mancito cual Michael Jackson lo hace bien.

lunes, diciembre 21, 2009

Manduca's Birthday

Publicado por Yo soy Escribidor |

A Dildreth la conozco desde que era una niña. Por momentos, me cuesta creer que haya crecido y que tenga novio, y que se haya hecho una cirugía plástica. Recuerdo una época de la vida en la cual alguien nos dijo que ella era una rebelde y que la sacáramos del grupo que en la iglesia teníamos; y que yo abogué diciendo que por qué la íbamos a sacar, acaso la gente no puede ser como es. Desde aquel momento comencé a creer en ella.
Siempre le he dicho que tiene la fuerza de lo que hago, y tal vez por eso, ciertas cosas en nosotros chocan, porque creo que ella es más fuerte que yo, acaso porque, las mujeres como ella, lo deben ser para enfrentarse a las heridas de la vida ("Todavía te faltan muchas heridas", le había dicho Dios en aquel momento). Hemos tenido dificultades a lo largo de toda nuestra vida, y entiendo que esos momento difíciles han servido para amarnos más, en lugar de separarnos.

En estos días me llamó a mi casa diciéndome cosas. Hablamos de su trabajo y de su familia. Luego, colgué sin ninguna pretención. El teléfono volvió a sonar y escuchando la voz de Manduca, me preguntó que si la amaba como antes. La pregunta me hizo sonreír y me hizo responderle que sí; la amo, y que si hemos estado distante ha sido porque ahora tenemos menos tiempo, porque hace cuatro años, yo andaba metido en su casa, soñando, y que, de cierta manera, tiene otras cosas más que hacer.
Ella cumple un nuevo año. Le deseo lo mejor, y no sólo las frases llenas de cliché. Deseo verla como la soñé un día cuando nadie daba un peso por ella. Amaría verla predicando el evangelio como ella lo sabe hacer. Disfrutando sus maravillosas metáforas, que sólo pueden compararse con las de Jesús. De sus comidas en su casa. De los viajes en carnavales.

Escribo a continuación unos mensajes de texto que recibí en un momento difícil que tuvimos y luego de eso, un escrito que me hizo y yo atrevidamente posteo aquí.
03 de noviembre: ¿Será que se acabó todo?
04 de noviembre: Sigo afirmando que si algún día nos alejamos no va a ser por mí, a menos que tú me lo pidas. Te amaré así sea que me toque de lejos.
07 de noviembre: Recordé que mi corazón aún late cuando te ve...
13 de noviembre: Sal para poder abrazarte.

&
Ella era mi líder, su mejor amiga me perseguía. Peleas constante, regaños iban y venían, pero mi fidelidad se convertía en la reina por los dos años próximos. Llego el trueque. ¡¡¡Sí!!! Fue un trueque: tú me das y yo te doy… Por la misión o visión fuimos entregadas después de una larga polémica. Una vez entregada ya más nunca sería ella; ahora sería él. Era tierra ajena pero vecina. Fue muy poco lo ofrecido por nosotras, y mucho menos por la niña que sólo pensaba en la bahía más linda de América, pero él aceptó el trato.
Comenzamos un lindo y productivo trabajo; éramos pastores sin darnos cuenta, nos multiplicamos maravillosamente, soñar era nuestra mayor pasión. Reuniones, salidas, diversión y palabra. Él era el mejor y no lo decía yo precisamente. Algún día le dije que estaba anclado en mi corazón y efectivamente así lo es.
Mi corazón fue otro, mi mente se renovó, mis metas cambiaron, decidió creer en mí a pesar de las apuestas, era su evangelista, me hizo creer en mí sin ver, todo fue más claro. Dios hizo de nuestra relación líder-discípula la mejor del mundo y esto incluye nuestras diferencias que también existían. Caminar más de cinco años a su lado me permitió conocerlo; no del todo pero sí lo suficiente para reafirmar que él es el mejor, el único, el maestro, el profeta nombrado por el Creador, él es mi líder, mi único líder con sueños abortados y frustraciones irremediables, estar a su lado siempre ha sido lo mejor. Aunque por momentos pienso que todo se acaba, él no deja de decir que soy su discípula y yo no dejo de decir que él es mi líder.
Que me parezco a él, es lo que dice la gente y no me disgusta; aunque a él no le dé la paz.



martes, diciembre 15, 2009

Iglesia, Cristo y yo

Publicado por Yo soy Escribidor |


Nací en un hogar que no era católico; por eso algunas cosas del catolicismo no las entiendo y me parecen estúpidas. Mi familia es un tipo de familia de iglesia, pero extraña. Mi abuela Ana -mamá de mi mamá- era adventista; Mi abuela Mayaya, quien tiene 102 años (parece mentira, pero sí), fue la primera presidenta de una red de mujeres bautista en Sabanalarga, era en la época en donde los católicos le gritaban que se fueran por ser protestantes, toda la familia ha vivido su vida en congregaciones; por ello, las familias de mis padres nunca fueron católicas.
Desde pequeño nos llevaban a la iglesia; toda mi vida he ido a una (hoy voy a una Bautista), y es para mí algo que es parte de mi vida y de la de mis hermanos, así ellos hayan decidido no estar en una. Y más que crecer en la iglesia, es saber que Dios está cerca de ti. Siempre hemos orado, leído la Biblia, cantado alabanzas y creído que los pastores no se roban el diezmo. Es complicado pensar que Dios no está en mi vida, que sólo viví una religión, que la vida no tiene sentido más allá de lo que veo. Recuerdo las escuelas dominicales en las mañanas, cuando me escondía debajo de las bancas de la iglesia porque no quería irme para un cuarto a escuchar las historias de Jonás, Daniel en el foso de lo leones o el Arca de Noé. Creo que le tenía miedo a eso: la obviedad de Dios; quizás por ello, respondo al miedo que aún se asoma.
Nacer siendo protestante, no fue siempre tan grato. Con el tiempo uno sabía lo que el pastor iba a decir o los argumentos doctrinales para enfatizar en tu culpa, de un Dios justiciero que es 'fuego consumidor', del temor al infierno y demás cosas. Por tal razón, decidí tener una relación con el creador que fuera mi relación y que, además, me permitiera conocerlo fuera de la religión y de lo que me enseñaron.
La gente hablaba de tener un nuevo encuentro con Dios, vendían libros para eso; todos apuntaban a sus propias experiencias que yo, extrañamente, no tenía. Me inundó la frustración de saber si en realidad era importante para un Dios lejano que no sé si conocía.
Hoy día creo tener una vida que no es sólo una religión. Por ello, muchas personas no entienden por qué obro de cierta manera, escucho música 'mundana', tomo vino, puedo bailar, me gustan los tatuajes, y al tiempo, puedo hablar de la Biblia y de errores doctrinales, puedo sentir Su presencia y creer en la juventud. En días como los de este año, no me interesa que me juzguen por quien soy; creo que ni Dios lo hace ni tiene problema con mis pecados; entonces, ¿por qué la gente sí? Si Él sabe que lo amo, ¿por qué la gente considera que no lo amo? No lo entiendo. ¿Tendrá que ver con creer en un Dios mucho más ilimitado que lo que se enseña en los púlpitos?, o ¿por qué creo que Dios es el Dios de los pecadores compulsivos?
Haber nacido en la cuna evangélica me ha traído satisfacción. Me siento orgulloso de no haber sido católico y de no haber adorado vírgenes tristes y santos patéticos. Creo que Dios me escucha, creo que tiene planes conmigo, creo en Él, así mi fe siempre falle, y tenga que repetirme a mí mismo lo que debo creer y he creído. Me siento tranquilo de la enseñanza, basada en la transparencia, que recibí en mi casa: Dios es real y te ama como eres.

P.D. A veces voy a la iglesia en pantaloneta, y me sorprende todavía que mi mamá me mande a cambiar de ropa por qué Qué clase de pinta es esa para ir a la iglesia. No siempre le hago caso.

domingo, diciembre 06, 2009

Rasputín por El Chino

Publicado por Yo soy Escribidor |

En este video Wilson baila Rasputín de Bonnie M. El video fue grabado en mi cuarto.

jueves, diciembre 03, 2009

Puente 1 y puente 2

Publicado por Yo soy Escribidor |

Estos videos fueron hechos hace un tiempo. Los pongo para recordar.


Puente 2


Puente 1