Tuve tanto afán —haciendo casi las mismas cosas de siempre: sentarme en el pc, escribir, comer, entrenar, salir, caminar, almorzar, estirarme, pensar, mirar las matas, bañarme, mirarme el pelo y decirme que está bonito y que va creciendo, sacar la ropa, meter la ropa, tomar vinagre de manzana para el colon, mear, cagar, recibir a Jonathan para que almuerce, responder correos, responder wasap, responder por la vida, responderle a mi mamá, rodar la mesa, regresarla al sitio, ver tv o no ver tv, escoger qué medias y qué zapatos, pensar en la muerte, pensar en el covid y si tengo o ya me dio o lo tendré, leer bobadas, tener minutos cortos de ansiedad y así y así— que casi no publico hoy.
Tweet |
0 ¡Ajá, dime qué ves!:
Publicar un comentario
Porque al que se le conoce hoy como profeta se le llamaba vidente: