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jueves, marzo 25, 2010

Sin padre

Publicado por Yo soy Escribidor |

“En cuanto uno entra en el mundo del trabajo, todos los años se parecen. Los únicos acontecimientos que quedan por vivir son médicos… y ver cómo crecen los hijos.”

Michel Houellebecq

El asunto de la paternidad, en mi caso, es un asunto serio. Considero que tuve una infancia (si los recuerdos no me atropellan) normal y, de lo que llamaríamos, feliz. Cuando fui creciendo noté que muchas cosas no son como uno cree porque uno guarda recuerdos infantiles bajo la mirada de la utopía. Sin embargo, prefiero seguir creyendo que fue, dentro de lo que cabe, buena.

No obstante, hablando de paternidad, siempre ha sido una debilidad en mi vida; ha sido así la mayor parte del tiempo. Mi papá, al que llaman el Pibe -porque presume una maraña de pelos indescifrables-, nunca ha sido lo que quizás yo he necesitado o querido en el asunto de la paternidad. Por una época- ya innombrable-, no teníamos ningún vínculo de afecto o cordialidad, ni siquiera de palabras de saludos o de aprobación, tampoco frases de familiaridad; simplemente éramos dos extranjeros con diferentes lenguas, unidos sólo por el dinero manchado de indiferencia.

Mi papá no pudo quedarse quieto con su sexualidad, y pronto el adulterio arribó a mi casa dando malos años y una pronta separación no legal, cargándonos con un peso que iría corroyendo las bases del edificio, cual hormigas en la familia Buendía a punto de desaparecer. Ahora que ha pasado mucho tiempo, veo en él alguien que sin querer optó por irse de la casa sin avisar, optó por dejar vacío su cuarto (no sólo el físico), y aparecer de vez en cuando, cuidando y dándole a su otro nuevo hijo aspectos de la paternidad que no recibí.

Necesito un padre. Pero no un padre para el ahora; sin querer El Pibe, con sus años que le caen encima (bueno, se operó ahora los ojos; tendrá ojos de pelao), se ha convertido en alguien más allá de la plata, es un buen tipo después de todo, cansado de la soledad, con más penas que glorias, con chistes e idas a ver al Junior; pero en este espacio cronológico, a mi casi indecible edad, lo que necesito es un padre de mi infancia, de mi niñez y sus traumas, del niño temeroso que necesita alguien que lo besara en la frente y le diera seguridad. Hoy no lo necesito como adulto, ya no tengo el temor de la oscura noche ni de abusos, ni de caídas en bicicletas; es volver a esa época remota de raíz disfuncional que no encaja en mi mente a ratos.

A veces veo a H. y tengo la verecunda sensación que él podría serme paterno. Es extraño que nuestras diferencias de edad sean menores a los cinco años; aún así, cuando lo escucho hablarme, cuando le veo los ojos, un destello paternal se asoma. Me da pena aceptar este hecho, lo pondré aquí pero negaré todo el tiempo que yo lo escribí.

martes, marzo 16, 2010

LARRY ALBERTO

Publicado por Yo soy Escribidor |


“Nadie se muere de extrañeza aunque sí puede morirse de extrañar.”

MARIO BENEDETTI


Tengo una extraña admiración por Larry. Él es mi hermano menor, pero con el tiempo fue construyendo una primogenitura que nadie se atreve a desafiar.

Admiro de él el Larry de antes: el de las prédicas importantes y de manifestaciones sobrenaturales en las personas. El de enfrentar a la familia para volver al Creador. Admiro al Larry de hoy: responsable, al de la esclavitud burlesca de la gente, al buen hijo que es (a ratos, dirán algunos), y lo dadivoso y generoso que puede llegar a ser. Podría admirar al Larry del futuro, pero cortos instantes, que ocurren en mi mente, me hacen pensar que él no es del todo feliz; que la vida que lleva hoy, así él diga que es mejor, no es lo que quiere hacer.

A veces pienso en él y veo a alguien anónimo, un desconocido que la gente ignora; y yo veo un fantasma que casi nunca veo porque él aduce que hace lo correcto. Es como me dijo J.: Quizás (él) tiene más sentido de Gracia que yo.

Tengo una extraña admiración por Larry. Y una extraña nostalgia por no verlo mucho. Sin darme cuenta su ropa empezó a faltar en la casa y en las noche no lo notaba, tal vez por el trabajo, pensé yo. Pero mi hermanita me hizo caer en la cuenta que él ya dejó de vivir con nosotros. Fue casi una manifestación divina; era cierto, y no lo había notado; ¡qué tonto fui!

En señal de no aceptar lo obvio, opté por lo que Larry, en calidad de hermano de cuarto, hacía: desorden. Decidí no arreglar mi cuarto por un tiempo prudencial, acaso por la idea de que así pensaba, mi Yo interno, que él continuaba ahí. Pero tuve que sucumbir a la idea de la realidad y aceptándola, arreglé el dormitorio, conforme a su abandono, prevaleciendo la extraña admiración y las ganas (también inundadas de rareza) de abrazarlo cuando lo veo.

lunes, marzo 08, 2010

NOTA ACLARATORIA Y MOMENTÁNEA

Publicado por Yo soy Escribidor |

He venido pensando en cosas que quiero escribir, y a riesgo de que algunos me odien, he decidido hablar de mi familia. Espero que si existe alguien que quiera hablar de su familia, pueda decirme y yo, con mucho gusto, se lo publico en mi blog,
Espero que mis hermanos no me odien. Igual es mi blog y no me pagan por escribir, entonces escribo lo que quiero.
Estoy pensando algunos cambios en mi blog, vamos a ver como nos va.


martes, marzo 02, 2010

EL CAOS SEGÚN YO

Publicado por Yo soy Escribidor |


"La vida te va educando en el noble oficio de la soledad"
Jaime Bayly


Hace un año ocurrió El Caos. Lo llamamos así por nuestro deseo de maximizar lo que nos pasa, y por considerar pérdidas reales. Laura me dijo que yo le gustaba el último día de febrero del año pasado, ella lo hacía -eso dijo- porque ya lo había decidido y era como una especie de desahogo y poder continuar con su vida. Siempre he dicho que cuando una mujer le dice a un hombre que le gusta, se tiene la tendencia a sentirse extraño; en otras palabras -y más costeñas-, uno se embolata. Claro, no responde a ningún sentimiento fuera del afecto natural sino, por el contrario, a una declaración que no estaba en el intinerario del día.

Ésta hubiera sido una declaración normal, sino hubiéramos tenido en cuenta los agravantes que significarían. Por un lado, Laura; por el otro, Jaime. Jaime fue el novio de Laura hasta donde yo puedo tener recuerdos. Y él respondía a un amor que, hasta luego de terminar -quizás no en los mejores términos-, lo visitaba; atormentándole el alma con impotencia y soledad.
Jaime es mi mejor amigo. Uno no se empareja con las ex-novias de los amigos. Uno no escucha un día las penas del corazón enamorado, y al pasar la noche, olvida esto y se vacila a la mujer de los sueños de otro. Simplemente en mi moral, no es correcto.

A pesar de esto, muchos presumían que algo podía pasar con Laura. Yo fui claro con ella: le dije que no podíamos tener nada. Eso lo hablamos más de una vez, en muchos lugares y en muchas circustancias. Creo que ella me entendió, aunque muchos argullían que no.

Recuerdo las tristezas de Jaime, la confusión de Laura, la incertudumbre mía, las palabras de los demás. Como ya ha pasado un año diré los siguientes puntos:

1. No me gusta que mis discípulos de la iglesia se involucren más de la cuenta en este haber.
2. Decidí no tener nada con Laura no sólamente porque J. es mi amigo; sino porque L. no es la mujer para mí. Al principio de todo lo examiné: ella se merece alguien que la ame en realidad; yo no soy ese hombre.
3. Quiero enamorarme de alguien que me ame con locura y que yo ame absurdamente.
4. Creo que hice lo correcto a pesar de mis opositores, los cuales me visualizaban casado ya.
5. Extraño a J. y a L. Extraño en especial momentos grandiosos que pasamos los tres juntos (en la casa de ella, cantando, jodiendo, viendo películas, etc.). Creo que en realidad las cosas hubieran funcionado. A ratos creo que ella le creyó más a la gente.
6. No estoy de acuerdo con ciertas posturas de Jaime en relación con Laura. Llegan al punto de irritarme.
7. Laura es muy buena amiga, Jaime también lo es; decido eso.
8. Jaime no me manipuló en mi decisión. Siempre he sido autónomo en las decisiones que se pueden manipular. Como siempre digo: me hago el bobo, pero me doy cuenta de todo.
9. Si me hubiera cuadrado con Laura, creo que ahora hubiera muchos enzorres. Quizás ella no fuera mi novia; y Jaime tampoco mi amigo.
10. El Caos complicó mi año. En especial porque ocurrió un día después de la BigCell.
11. Lamento como se dieron las cosas con J. y L. Pienso no abogar más para que se hablen; ya están bastante grandecitos para saber qué quieren en sus vidas.
12. A veces sigo teniendo el temor que la gente me deje.
13. Me imagino, por momentos, que L. y J. vuelven a ser novios.
14. Creo que hay gente involucrada más de la cuenta y que comenta acerca de mi decisión. ¿Por qué David le dijo que no a una niña tan bonita? Uno no se enamora porque la gente es bonita. Sí, Laura es bonita.
15. Le di cosas a Laura que no debí, que sólo se dan en el noviazgo; fue mi error el cual asumí y se lo dije. A partir de ese momento decidí no darle más eso.
16. Hay días en los cuales me rió de esta situación.
17. No me importa ya que insinúen que Jaime y yo somos maricas y que tenemos una fuerte -pero hermosa- relación. A esta altura de la vida es irrelevante.

Le agradezco a los dos el tiempo que pasaron y pasan conmigo. Ya un año después, vemos las cosas diferentes. Hay personas que imparcialmente emiten juicios correctos y ciertos. Fue un largo año; espero que no se repita un año tan caótico como el anterior. En este nuevo año miraremos qué podemos hacer para avanzar. Como siempre digo: las cosas pudieron ser de otra manera.