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lunes, enero 04, 2016

LA TESIS: TERCERA Y ÚLTIMA PARTE

Publicado por Yo soy Escribidor |

Primera parte
Segunda parte

Hecho
Marlon no esperó a que la coordinadora del programa buscara nuestros papeles. Él, atrevido como es, metió la mano en el último cajón donde, según pensábamos, estaban los documentos. Allí estaban. Marlon los sacó como si se hubiera ganado la copa de algún torneo deportivo. 

La coordinadora, con su parsimonia característica, pretendía explicarnos por qué no se acordaba. La verdad, frente a la rapidez de la sustentación, poco nos importaba sus apreciaciones. Corrimos de vuelta, ya más tranquilos, mientras Jubeis apenas venía llegando. 


Marlon y yo
Nos devolvimos al salón con todo preparado. Y ahí fue. Las sustentaciones deben demorar, aproximadamente, veinte minutos; sin embargo, la nuestra duró alrededor de una hora. Todo esto se dio porque uno de los evaluadores -quien todo el tiempo tuvo problemas con los tres (además porque decir pamplinadas es su especialidad)- siempre estuvo renuente del trabajo de inclusión con niños con Necesidades Educativas Especiales y, de paso, porque, como siempre supimos, nunca leyó nuestro trabajo.*


Jubeis y yo
Así pues, él se encargó de dilatar la sustentación, poniendo, en más de una ocasión, a los demás docentes en un debate alrededor de nuestro tema. Las preguntas pedagógicas fueron con malintención. No obstante el sobresalto, Jubeis mostró entereza y un dominio increíble del asunto, acaso, por supuesto, es quien más dominaba el mismo. 

A pesar del viento en contra, todo estuvo de maravilla. Luego nos fuimos a Fierabrás a celebrar un rato. Tomamos cervezas y así fue la noche. 


los tres
El día para buscar el diploma -como toda universidad pública- nos recibían como doscientas personas en la misma condición. Gritos, empujadas, risas, escándalos y, evidentemente, una que otra persona que iba a buscar su diploma por ventanilla sin saber que no eran necesario el vestido de grado con tacones y todo para hacer una fila de doscientas personas. 

A las 5 de la tarde cerrarían esa ventana donde estaban entregando, en Admisiones, los diplomas. Marlon había llegado algunas horas antes y ya, formalmente, estaba graduado. Jubeis y yo no. Por ello, Oscar, teniendo las influencias en Admisiones, entró a buscarnos los cartones. ¡Cuál fuera nuestra sopresa cuando salió, y él, literalemente, tenía unos cartones viejos y grandes! Dentro de ellos, estaban nuestros diplomas. Había que sacarlos así porque sí, supongo. 


Celebrando y Renneberg en el teléfono
Ese día también fuimos a Fierabrás. Y yo, como en analepsis siempre, pensé en cómo rayos había pasado de ser administrador de empresas a profesor de literatura. Y pensé en cómo se había pasado el tiempo, y cómo ya no estaba en la U. Y cómo, al tiempo, ya la vida había seguido. Ahí supe, casi como la primera vez en Administración, que yo siempre pensé que estar en la universidad nunca se iba a acabar. Ese día, sin que nadie lo supiera, tuve una gran nostalgia y un vacío que traté de disimular. Nadie lo supo, hasta ahora. 





Ya el tiempo ha pasado. Marlon, por su lado, se ha dedicado a viajar por Europa; se toma fotos con una máscara de marimonda. Se ve feliz. Lo es. Es muy inteligente y es buen amigo. Siempre mostró potencial -era de los mejores- en el Museo donde trabajamos juntos y nos conocimos. 


  

Una marimonda en Europa




Jubeis se graduó de una especialización. Se nota que el tiempo ha cambiado. Trata de llevar a cabo negocios, enseñar a sus estudiantes y llevar una familia. Se va a casar, dicen. En general siempre la veo feliz. Ahora está obsesionada con Homeland y ve señales en todos lados. Está un poco loca, lo sé. 
Jubeis paseando


Yo me puse a estudiar francés ahora que tenía la plata por el trabajo que tuve este año. Quedé sin trabajo al culminar éste. Leí muchos libros infantiles y descubrí escritores que me hacen llorar. Ahora sé que uno de mis libros infatiles favoritos es "El Oso que no lo era". A ratos canto en mi cuarto. He vuelto a escribir un poco. A veces pienso en otras cosas.  A veces sigo pensando en la U y en cómo pasó todo. 




Marlon y yo hacemos la tesis tomándonos fotos










*Muchas veces cavilamos que esta tesis la sacamos de rapidez y que, a pesar de ésta, fue una buena tesis. Nos preguntábamos: "joda, ¿qué tal si le hubiéramos dedicado más horas?" Y es que nuestras reuniones para hacer tesis se volvieron en tomarnos fotos y hacer imitaciones de Shakira, Pitbull y hablar del Planeta de los simios.