He estado pensando a esta hora de la trasnochada, acerca de mi cumpleaños. No es sólo la fiesta y el pocotón de vainas que trae eso, pienso más bien en eso: cumplir años. Se ha cumplido un año en la cuenta de años en la vida que Dios me ha permitir vivir. Ayer cumplió mi hermano Larry; como cosas de la vida, él cumple el día anterior al mío, y pienso en aquello que me dijo mi mamá en la mañana en no ser tan amigable como él. Ciertas personas tienen la osadía de esperar las doce de la noche, en el cumpleaños de él, para felicitarme; eso me causa un poco de incomodidad porque no recuerdo haber nacido a las 12 a.m. , y tampoco necesito felicitaciones de lástima. Recuerdo -con risas- la llamada de mi papá en la tarde a preguntarme que si yo soy quien cumplía ese día, y yo informándole que era Larry; mañana era el mío. Por lo menos prometió pudín.
Cumplo veintinueve años. No sé si bien o mal vividos (o tal vez desperdiciados, dirán unos tantos). Algunos argumentan que ya tengo edad para casarme, tener hijos y no vestirme como pelao; pero yo no sé ser diferente a lo que siempre he sido. No sé cuál es la edad en donde dejo de ser yo mismo para ser lo que los demás me imponen por obligación: un buen trabajo, no estar quedao, no soñar tanto en pajaritos preñaos. Pero pienso...
Pienso en las llamadas que debo tener, las palabras que dirán, los abrazos que no recibiré, los argumentos de todos los años, el año que ha pasado, el regalo eterno que quiero recibir, la vida que se ha ido, la vida que vendrá, los amigos de verdad, si me haré o no el tatuaje, los libros por leer y escribir, las felicitaciones falsas en Facebook, las canciones que quiero escuchar, las películas que quiero ver, las palabras que quiero oír, las excusas de este nuevo año, la navidad que se aproxima, el sueño que me da con el insomnio que sufro, la salud en medio de la enfermedad, en los pelaos que he extrañado, en el pastor que he empezado a amar, en los proyectos del nuevo aniversario, en canciones por cantar, a quien no le importaré nunca más, en qué historias contar, en la amistad, en la traición, en la verdad, en sitios por conocer y cosas por aprender, en Dios... Sí, en Él.
Cumplo veintinueve años. No sé si bien o mal vividos (o tal vez desperdiciados, dirán unos tantos). Algunos argumentan que ya tengo edad para casarme, tener hijos y no vestirme como pelao; pero yo no sé ser diferente a lo que siempre he sido. No sé cuál es la edad en donde dejo de ser yo mismo para ser lo que los demás me imponen por obligación: un buen trabajo, no estar quedao, no soñar tanto en pajaritos preñaos. Pero pienso...
Pienso en las llamadas que debo tener, las palabras que dirán, los abrazos que no recibiré, los argumentos de todos los años, el año que ha pasado, el regalo eterno que quiero recibir, la vida que se ha ido, la vida que vendrá, los amigos de verdad, si me haré o no el tatuaje, los libros por leer y escribir, las felicitaciones falsas en Facebook, las canciones que quiero escuchar, las películas que quiero ver, las palabras que quiero oír, las excusas de este nuevo año, la navidad que se aproxima, el sueño que me da con el insomnio que sufro, la salud en medio de la enfermedad, en los pelaos que he extrañado, en el pastor que he empezado a amar, en los proyectos del nuevo aniversario, en canciones por cantar, a quien no le importaré nunca más, en qué historias contar, en la amistad, en la traición, en la verdad, en sitios por conocer y cosas por aprender, en Dios... Sí, en Él.
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9 ¡Ajá, dime qué ves!:
David, David, mi querido lagartijo. Sî... te estâs poniendo viejo, y lo peor un treintanero con pinta de teeneger. Asumelo con Dignidad. Todos los dias siento el mismo GUARAPAZO que tu, pero seguido de eso hay 2 palabra que ayudan: DIGNIDAD, sino la tenemos querido lagartijo, siempre nos miraran como un cara de verga que no hizo un culo. Tu solomente responde: HAY PROCESOS DIFERENTES. MIPROCESO ES DISTINTO AL TUYO. La segunda palabra, es VENGANZA ( Risa macabra) todos nos vamos a poner viejos. Todos vamos a llegar a la misma edad. El tiempo hara venganza silenciosa por ti. La DIGNIDAD es lo que marca la diferencia.
No veo dignidad en tu texto. Me da lastima.
Ya siento curiosidad por saber quien carajos es este anónimo. Sin lugar a dudas es diferente a los demás.
Es la primera vez que por fin me dicido y entro a tu blog; sabes me parece muy interesante y unica la forma en que esbribes, creo que mas seguido estare leyendo.
ahhhh y como te parecen falsas las felicitaciones por face, entonces te las doy por aca: que tu dia sea inolvidable, sorprendente, que te haga sonreir y por que no, llorar; y que la sabiduria y el amor sea el mejor regalo para hoy. FELIZ CUMPLEE. ATT: STEFFI
Tengo preguntas. Espero que aún pueda hacerla. Ya no sé si tengo o alguna vez tuve "privilegios".
Si uno se pone a pensar en los estándares que la sociedad pide según la edad, lo pasa may y triste por lo que se ha dejado de jacer, y lo que falta.
¡Feliz cumpleaños!
Gracias querido Matías.
"pero yo no sé ser diferente a lo que siempre he sido" ¡Me gusta!
Va David, no tengo la comunicación suficiente como para recordar tu cumpleaños; No intentaré felicitarte, tu y yo sabemos q en realidad no trasciende, te felicito por tu narrativa, me hace recordar a alguien (ya sabrás).
Vaya q guargamos similitudes...siempre he dicho q iré al gym, no recuerdo cuándo fue la última vez q escuhé un "madura" pero si no o recuerdo es porq no influye viejo.
Dignidad, es vacío de sentido pensar en dignidad cuándo lo q se valora no tiene razón en sí mismo. Quizá no leerás este comentario, ya estarás dormido.
Compañero..."Como vamos de abismo?
Pdta: Quiero llegar a tu edad y parecer de 20.
Pues ¿cómo va el abismo? (parafraseando) Quizás nunca toquemos fondo porque no lo hay.
Pues gracias por tu comentario, espero seguir viéndote por estos lados. Fresco, llegarás a mi edad y parecerás de esa misma porque este evento -parecer más joven- es una vaina genética.
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Porque al que se le conoce hoy como profeta se le llamaba vidente: