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domingo, noviembre 15, 2009

Confesión: Mi Ventilador: mi fiel amigo.

Publicado por Yo soy Escribidor |

Ya que estamos en esto de las confesiones, J. hizo la suya, basado en su propia vida y el esfuezo de ésta en ciertas horas del día.
Jimmy está haciendo la tesis, pero no tiene compañero de tesis; por lo cual, él me ha hecho su único tesismate, algo que he intentado asumir con la responsabilidad propia del cariño. Su mamá se llama Beatriz Helena. Su portátil se ha dañado por estas épocas por eso recurre al Pc de Jorge, su hermano. Va a cumplir el 26 de noviembre, la misma edad de mi hermano y -quién lo creyera- cumplen el mismo día.


El calor que de estas tierras emana es severamente insoportable; especialmente, en oficios, cuyas áreas de acción, no son muy ventiladas. Durante un tiempo trabajé en una empresa de metalmecánica, y aunque estaba en una oficina con aire central, el imponente sol caribeño, establecía la temperatura dentro de ésta. A las diez de la mañana, ya podía sentir los treinta y tantos grados de calor, que aumentaban lentamente, haciendo de mi trabajo un poco menos productivo de lo que ya era.
Había un baño, que tenía un respiradero que daba al taller, por el cual, el vapor caliente se filtraba. No sé cómo la gente se pudo soportar semejantes circustancias para hacer sus actos intestinales.
Ya en el taller, el cuento era otro. Además de las directrices ambientales del rey astro, súmenle el calor generado por las máquinas industriales de soldar, de cortar metal o de las fresadoras. Junto con todos estos artefactos, estaba la gente que manejaban tales máquinas. Gente que expedía sudor fragantemente grajuriento*, vulgaridades y groserías que, obviamente, ayudaban al alza de la temperatura. Gracias a Dios que soy Ingeniero de Sistemas y no está entre mis planes trabajar en tales condiciones.
Ahora bien, como dije anteriormente, hay lugares muy poco ventilados en los que tenemos que hacer algunas presentaciones estomacales. Y para quienes vivimos en casas, cuyos arquitectos no pasaron de diseñar castillos en el aire, los baños de éstas son ejemplos claros de lugares en donde el aire no fluye. Es por esto, que cada vez que voy a sentarme en el gran trono cremita de mi baño, llevo un ventilador. Lo hago desde hace mucho tiempo cuando descubrí la placentera sensación de frescura y libertad al mismo tiempo. De esta manera, cada vez que horneó un pastel, el poco sudor que de mis glándulas sale, se seca instantáneamente. Pero debo decir, queridos Videntelectores, que se ha vuelto una adicción.
Así sea la lluvia o la noche que por momentos disminuye la imponencia del Mono**, aunque haya veinticinco grados en mi reducida comarca, llevo el ventilador. Como dije antes, en cada momento de liberar a Willie, la sensación de libertad y frescura se combinan para hacer de tales minutos, los más bonitos del día.



*Grajuriento se refiere al olor en la axila que acá llamamos Grajo. **Por Mono se refiere al astro mayor (N. del E.)

6 ¡Ajá, dime qué ves!:

Anónimo dijo...

Si los momentos mas bonitos de tu dia ocurren cuando cagas entonces tu vida debe ser una mierda.

Gabriel Cruz dijo...

Jejejejeje esa sí que ha sido toda una revelación, y como dirían en los simpsons "no quería saber tanto"...
Qué amargueta mr. anónimo, mira que dejar esos comentarios. Bien decía un compañero que de los pocos grandes placeres, el "soltarlo todo" en el inodoro era uno de ellos :D

Anónimo dijo...

La decía como critica porque no creo que así sea. El hecho de darle tal importancia deja esa percepción.

JimmyX dijo...

Jaa!! Este anónimo es medio tonto. De eso se trata asshole!!! De darle un sentido poético a algo tan trivial como ir a cagar.

Anónimo dijo...

papa que hueso.... estubo malo el escrito
the Drummer.

Anónimo dijo...

ME JURAS QUE TE LLEVAS UN VENTILADOR PARA EL BAÑO Y CON ESO DESAPARECES EL OLOR?
YO LE HAGO CON AMBIENTADOR EN AEROSOL...
AUNQUE... CREO QUE UN AMBIENTADOR EN PLENA COSTA, EN UN LUGAR CERRADO, ES UN ARMA LETAL.
SALUDOS.

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Porque al que se le conoce hoy como profeta se le llamaba vidente: