He pensado últimamente en el liderazgo de las iglesias, y he pensado que si en realidad sirven. Lo digo porque la Biblia no habla de la palabra liderazgo; este concepto fue añadido porque ha servido en el mundo organizacional y, luego, comenzamos a tratar a la iglesia local como una organización y surgió la necesidad de acuñar este término.

Todos nos identificamos con un líder, existiendo en la iglesia diferentes tipos de líderes: coercitivos, benevolentes, democráticos, autoritarios. Buscamos identificarnos con uno. Todos decimos que somos democráticos y que amamos a nuestros discípulos. Los alienamos mientras les damos normas de moralidad y cohibimos sus deseos profundos. Nos convertimos en buenos líderes con subordinados estúpidos incapaces de pensar.

El liderazgo no es el pastoreo. La Biblia habla de pastores. Es en este punto en donde los líderes quedamos cortos porque es una figura administrativa de best-seller diciéndonos cómo aplicar el liderazgo de Mc. Donald en la iglesia o cómo Starbucks crece cada día, y la iglesia lo aplica al iglecrecimiento, que sólo alimenta nuestra soberbia y disminuye el verdadero pastorado.

Estoy aburrido de esos libros (y no es sólo porque fue lo que leí en la U., sino porque no sirven mucho), aburrido de esos pastores que hinchan sus estómagos porque tienen más gente que jóvenes sanos. El pastor da su vida por las ovejas. Busca la número 100 que se le perdió. Te ama. Te llama. Se preocupa por ti. Lee tu blog y te pregunta. Te da respuestas. Va a los partidos de fútbol contigo y ve pelis contigo así no le guste el cine.

El Gato, un amigo de mi hermano, me dijo que son las ovejas quienes oyen la voz del pastor y le siguen, y no al contrario. Yo le dije que es cierto pero que el mismo texto dice que El Pastor les da vida eterna. Le dije que esta vida eterna es lo que te hace vivir y que esa es la responsabilidad del pastor: darle vida a su oveja; por eso tiene sentido cuando Pedro dice que a quién iba a ir si sólo el Señor tenía palabras de Vida eterna; si esto no ocurre no vale la pena seguir a un pastor que no da vida eterna.

En últimas, pues, cada quien haga lo que quiera. Ésta es sólo mi opinión.

Imagen tomada de dadodetrescaras.blogspot.com