-... Si no cambia tu realidad -continuó- por lo menos, cambia tu manera de verla.
Es una amiga quien me hablaba acerca de la necesidad de tener encuentros personales con Jesús, todo el tiempo. Ella y yo siempre nos vemos y, cuando podemos, hablamos; la mayor parte del tiempo, cosas para reírnos. Hemos escuchado música juntos y nos movemos de un lado para el otro, al ritmo de la música. Creo que hemos comenzado a ser amigos. Dentro de todo lo que hemos hablado, la frase del principio, me la dijo en medio de todas las conversaciones trascendentales que alguien puede tener conmigo.
He pensado en eso en estos días. ¿En qué punto de la historia me encuentro con Dios? Me asaltan preguntas a la vez y... a veces no puedo pensar correctamente. Descubrí hace unos años que mi vida comenzó a tener sentido en la medida en que conocía planes del Señor para mi vida y fue notorio ese plan para todos. Hoy me miro a mí mismo al espejo y pregunto quién soy, o qué hago, o qué ya no hago.
Muchos se asombran que ya no hablo tanto de Dios. Es quizás porque no tengo con quien hacerlo y si bien es cierto que no procuro esos momentos, no quiere decir que no los necesite y que no hable para mí mismo (cosas de locos).
He estado pensando en Él: su fuerza, su amor, sus promesas, en qué escribir en el blog para Él, en sus mañanas de misericordia y en sus noches llenas de fidelidad. He pensado en Él y lo extraño. Extraño su voz, sus palabras, mi confianza en Sus promesas, todo de mi Señor.
Anhelo esos días de cambiar mi realidad o, por lo menos, mi manera de verla. Creer en Él. Soñar con Él. He intentado sacarlo de mi vida y no he podido; me persigue. Tal vez es la voz de mi propia conciencia, pero si es así, ésta me hace creer que no tiene sentido mi vida fuera de un Dios que me ama. ¿En qué punto estamos? Buena pregunta.
Al Señor que me salvó.
Es una amiga quien me hablaba acerca de la necesidad de tener encuentros personales con Jesús, todo el tiempo. Ella y yo siempre nos vemos y, cuando podemos, hablamos; la mayor parte del tiempo, cosas para reírnos. Hemos escuchado música juntos y nos movemos de un lado para el otro, al ritmo de la música. Creo que hemos comenzado a ser amigos. Dentro de todo lo que hemos hablado, la frase del principio, me la dijo en medio de todas las conversaciones trascendentales que alguien puede tener conmigo.
He pensado en eso en estos días. ¿En qué punto de la historia me encuentro con Dios? Me asaltan preguntas a la vez y... a veces no puedo pensar correctamente. Descubrí hace unos años que mi vida comenzó a tener sentido en la medida en que conocía planes del Señor para mi vida y fue notorio ese plan para todos. Hoy me miro a mí mismo al espejo y pregunto quién soy, o qué hago, o qué ya no hago.
Muchos se asombran que ya no hablo tanto de Dios. Es quizás porque no tengo con quien hacerlo y si bien es cierto que no procuro esos momentos, no quiere decir que no los necesite y que no hable para mí mismo (cosas de locos).
He estado pensando en Él: su fuerza, su amor, sus promesas, en qué escribir en el blog para Él, en sus mañanas de misericordia y en sus noches llenas de fidelidad. He pensado en Él y lo extraño. Extraño su voz, sus palabras, mi confianza en Sus promesas, todo de mi Señor.
Anhelo esos días de cambiar mi realidad o, por lo menos, mi manera de verla. Creer en Él. Soñar con Él. He intentado sacarlo de mi vida y no he podido; me persigue. Tal vez es la voz de mi propia conciencia, pero si es así, ésta me hace creer que no tiene sentido mi vida fuera de un Dios que me ama. ¿En qué punto estamos? Buena pregunta.
Al Señor que me salvó.
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9 ¡Ajá, dime qué ves!:
Como duelen los dias sin ti!!
ME GUSTA LA REFLEXION...
EXPERIENCIAS EMOCIONALES
Suelen producir un efecto anestésico sobre la realidad. Al volver al piso, es aún mas dolorosa la causa, mas desesperante el pesar, mas insíspido el sin sabor, mas abrumadora la vida. No se sabe con certeza donde se encuentra El, pero se tiene la seguirdad de su lejania.
EXTRAÑOS SENTIMIENTOS
Causa: Un arranque de sinceridad y libertad almática, fuera del yugo de la imitación y la costumbre, fuera de la sugestión persistente que te impone modos de pensar, de sentir y de querer. Un deseo casi insaciable, un vacio, una pobreza espiritual evidente, respuestas que no merecen esperar... Entiendes que el cuestionar no es una salida.
Consecuencia: Un encuentro real con El. La lógica y la fe concuerdan: Sin Él, no hay vida.
Se me acaba de ocurrir que no se trata de ver la realidad de otra manera, sino de verla tal y como es, así como tu Señor, el que te salvó, la ve.
Me gusta esto Amigo..... En extrañar está la confirmación de una necesidad. Muakatelas!!
¿Yo si hablo cierto?, Disculpe si llego a aburrir, es que si callo me enveneno.
No se al dueño del chuzo pero a mi, que soy uan de sus fans declarada, no.
Promesas sin cumplir, palabras sin decir, abrazos sin recibir y demonios burlones. Es esto lo que nos ha quedado de aquel nefasto incidente. Pero el cielo es tan lejano y tan cercano. Su aroma es tan extrañable asi como olvidable. Desde una oscura habitación, lagrimas son los compañeros de mi soledad.
Lau: Gracias. Es cierto: ¡Cómo duelen los días sin él!
Jubeis: ¿Tú si hablas? Pues si no hablaras no existiran escritos como éste. Gracias por las tardes de miércoles en la u.
Jimmyx: Hace mal al semblante pero hace mejor al coraazón.
Deivi, por ahi dicen que darle tiempo a los amigos es darse tiempo uno mismo... Así que a la orden, aún cuando no sea miercoles por la tarde, ni estemos en la U viendo al caimán... pa´ las que sea
Se le quiere mucho...
"He intentado sacarlo de mi vida y no he podido; me persigue."
Ufff... lo mismo me ha pasado y me sigue pasando a mí. Lo máximo que estuve así fue un año y medio. No nos queda de otra mi hermano, ya fuimos sellados para estar con EL.
Saludos.
Javi: Es muy importante para mí tu comentario. Visitaré tu blog y hablaremos luego.
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Porque al que se le conoce hoy como profeta se le llamaba vidente: