Me he dado a la tarea de hacer unas pequeñas narraciones "con nombre y apellido", haciendo feliz a más de uno. Parafraseando a García Márquez, uno escribe para hacer felices a los amigos; eso pretendo yo. Lo comencé con el escrito anterior. Y recordarles a quienes leen esto, que la literatura no es la realidad que vemos; es una realidad ficcionada. Así que a disfrutar.
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