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lunes, febrero 27, 2012

TRIBUTO A LA ESPALDA

Publicado por Yo soy Escribidor |

Amo a mi espalda. La amo ahora que la columna se esconde y no muestran, las vértebras, su imperio mayor.
Amo la montaña muscular a mi lado izquierdo, que fue levantada terremóticamente en un quirófano.

Amo a mi espalda con su cremallera de 38 puntos. Amo lo que de ella no se ve: las dos barras de luque, con los ganchos simuladores de una cárcel de púas; amo esto al tiempo que me disgusta cómo el arsenal metálico se dibuja por debajo de la piel, a la vista de cualquier impávido que se atreve a preguntar qué me pasó. 
Amo a mi espalda con el esfuerzo extra al alzar pesa; y la amo, sobretodo, cuando responde a las penurias del gimnasio.

Una espalda escoliótica que deja brecha al lado derecho con sus mayores grados de desviación. Una espalda inexplorada por alguna otra, que espera la libertad de poder agacharse sin técnica para no fregarse más. Viciada hasta el cansancio; excusa para la tranquilidad y la exoneración de las actividades extras. 

La amo con sus vicios sensibles a mi tacto que nadie podría descifrar. Amo a mi espalda como está, pero quizás la amaría con una forma diferente ahora; tal vez liberta de las torres en cada lado vertebral, cicatrizada con sus rayas, pero imponente como siempre.

2 ¡Ajá, dime qué ves!:

Anónimo dijo...

Algún día me gustaría tener una buena imaginación y escribir como tú.
Te admira, Shevin Daniele.

Anónimo dijo...

felicidades davi en secreto durante mucho tiempo he sido tu admiradora y espero con ansias el libro q no se si terminast en el que uno de los personajes se llama como mi madre... un abrazo de sandoval a sandoval!!

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Porque al que se le conoce hoy como profeta se le llamaba vidente: