A Dildreth la conozco desde que era una niña. Por momentos, me cuesta creer que haya crecido y que tenga novio, y que se haya hecho una cirugía plástica. Recuerdo una época de la vida en la cual alguien nos dijo que ella era una rebelde y que la sacáramos del grupo que en la iglesia teníamos; y que yo abogué diciendo que por qué la íbamos a sacar, acaso la gente no puede ser como es. Desde aquel momento comencé a creer en ella.
Siempre le he dicho que tiene la fuerza de lo que hago, y tal vez por eso, ciertas cosas en nosotros chocan, porque creo que ella es más fuerte que yo, acaso porque, las mujeres como ella, lo deben ser para enfrentarse a las heridas de la vida ("Todavía te faltan muchas heridas", le había dicho Dios en aquel momento). Hemos tenido dificultades a lo largo de toda nuestra vida, y entiendo que esos momento difíciles han servido para amarnos más, en lugar de separarnos.
Siempre le he dicho que tiene la fuerza de lo que hago, y tal vez por eso, ciertas cosas en nosotros chocan, porque creo que ella es más fuerte que yo, acaso porque, las mujeres como ella, lo deben ser para enfrentarse a las heridas de la vida ("Todavía te faltan muchas heridas", le había dicho Dios en aquel momento). Hemos tenido dificultades a lo largo de toda nuestra vida, y entiendo que esos momento difíciles han servido para amarnos más, en lugar de separarnos.
En estos días me llamó a mi casa diciéndome cosas. Hablamos de su trabajo y de su familia. Luego, colgué sin ninguna pretención. El teléfono volvió a sonar y escuchando la voz de Manduca, me preguntó que si la amaba como antes. La pregunta me hizo sonreír y me hizo responderle que sí; la amo, y que si hemos estado distante ha sido porque ahora tenemos menos tiempo, porque hace cuatro años, yo andaba metido en su casa, soñando, y que, de cierta manera, tiene otras cosas más que hacer.
Ella cumple un nuevo año. Le deseo lo mejor, y no sólo las frases llenas de cliché. Deseo verla como la soñé un día cuando nadie daba un peso por ella. Amaría verla predicando el evangelio como ella lo sabe hacer. Disfrutando sus maravillosas metáforas, que sólo pueden compararse con las de Jesús. De sus comidas en su casa. De los viajes en carnavales.
Escribo a continuación unos mensajes de texto que recibí en un momento difícil que tuvimos y luego de eso, un escrito que me hizo y yo atrevidamente posteo aquí.
03 de noviembre: ¿Será que se acabó todo?
04 de noviembre: Sigo afirmando que si algún día nos alejamos no va a ser por mí, a menos que tú me lo pidas. Te amaré así sea que me toque de lejos.
07 de noviembre: Recordé que mi corazón aún late cuando te ve...
13 de noviembre: Sal para poder abrazarte.
Comenzamos un lindo y productivo trabajo; éramos pastores sin darnos cuenta, nos multiplicamos maravillosamente, soñar era nuestra mayor pasión. Reuniones, salidas, diversión y palabra. Él era el mejor y no lo decía yo precisamente. Algún día le dije que estaba anclado en mi corazón y efectivamente así lo es.
Mi corazón fue otro, mi mente se renovó, mis metas cambiaron, decidió creer en mí a pesar de las apuestas, era su evangelista, me hizo creer en mí sin ver, todo fue más claro. Dios hizo de nuestra relación líder-discípula la mejor del mundo y esto incluye nuestras diferencias que también existían. Caminar más de cinco años a su lado me permitió conocerlo; no del todo pero sí lo suficiente para reafirmar que él es el mejor, el único, el maestro, el profeta nombrado por el Creador, él es mi líder, mi único líder con sueños abortados y frustraciones irremediables, estar a su lado siempre ha sido lo mejor. Aunque por momentos pienso que todo se acaba, él no deja de decir que soy su discípula y yo no dejo de decir que él es mi líder.
Que me parezco a él, es lo que dice la gente y no me disgusta; aunque a él no le dé la paz.
Ella cumple un nuevo año. Le deseo lo mejor, y no sólo las frases llenas de cliché. Deseo verla como la soñé un día cuando nadie daba un peso por ella. Amaría verla predicando el evangelio como ella lo sabe hacer. Disfrutando sus maravillosas metáforas, que sólo pueden compararse con las de Jesús. De sus comidas en su casa. De los viajes en carnavales.
Escribo a continuación unos mensajes de texto que recibí en un momento difícil que tuvimos y luego de eso, un escrito que me hizo y yo atrevidamente posteo aquí.
03 de noviembre: ¿Será que se acabó todo?
04 de noviembre: Sigo afirmando que si algún día nos alejamos no va a ser por mí, a menos que tú me lo pidas. Te amaré así sea que me toque de lejos.
07 de noviembre: Recordé que mi corazón aún late cuando te ve...
13 de noviembre: Sal para poder abrazarte.
&
Ella era mi líder, su mejor amiga me perseguía. Peleas constante, regaños iban y venían, pero mi fidelidad se convertía en la reina por los dos años próximos. Llego el trueque. ¡¡¡Sí!!! Fue un trueque: tú me das y yo te doy… Por la misión o visión fuimos entregadas después de una larga polémica. Una vez entregada ya más nunca sería ella; ahora sería él. Era tierra ajena pero vecina. Fue muy poco lo ofrecido por nosotras, y mucho menos por la niña que sólo pensaba en la bahía más linda de América, pero él aceptó el trato.Comenzamos un lindo y productivo trabajo; éramos pastores sin darnos cuenta, nos multiplicamos maravillosamente, soñar era nuestra mayor pasión. Reuniones, salidas, diversión y palabra. Él era el mejor y no lo decía yo precisamente. Algún día le dije que estaba anclado en mi corazón y efectivamente así lo es.
Mi corazón fue otro, mi mente se renovó, mis metas cambiaron, decidió creer en mí a pesar de las apuestas, era su evangelista, me hizo creer en mí sin ver, todo fue más claro. Dios hizo de nuestra relación líder-discípula la mejor del mundo y esto incluye nuestras diferencias que también existían. Caminar más de cinco años a su lado me permitió conocerlo; no del todo pero sí lo suficiente para reafirmar que él es el mejor, el único, el maestro, el profeta nombrado por el Creador, él es mi líder, mi único líder con sueños abortados y frustraciones irremediables, estar a su lado siempre ha sido lo mejor. Aunque por momentos pienso que todo se acaba, él no deja de decir que soy su discípula y yo no dejo de decir que él es mi líder.
Que me parezco a él, es lo que dice la gente y no me disgusta; aunque a él no le dé la paz.
Tweet |
4 ¡Ajá, dime qué ves!:
Entiendo, muchas veces, más de lo que quisera lo que dices y cómo te sientes. Te pareces a tu lider de eso no hay duda. Te amo amiga.
LAU NO ENTENDI EL PRINCIPIO....PERO SSI ME PAREZCO A EL...NO HAY DUDA
VID...PODRIA DECIR MI VID...ANOCHE TE HICE UNA LLAMADA Q FUE CASI REGLAMENTARIA...GRACIAS POR DARME ESTE HONOR...NO SE COMO SE DIGA PERO ME HIZO LLORAR...SABES Q CON TU AYUDA HE CREIDO MUCHAS COSAS, Y HECHO OTRAS...HE CRECIDO, HE LLORADO, REIDO,GOZADO, SUFRIDO...ERES MI LIDER Y AMIGO... TE AMO...
ME DIO PENITA Q PUBLICARAS LAS COSITAS..
Y NO TE PREOCUPES Q YA CRECI Y NO SOY TAN REBELDE...JAJJAJA
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS...
Amiga que a veces lo que dices o sientes lo entiendo porque yo tambien lo he sentido o vivido. A veces son cosas dolorosos. Por eso es mas de lo que quisiera.
Publicar un comentario
Porque al que se le conoce hoy como profeta se le llamaba vidente: