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viernes, noviembre 27, 2009

Cumple

Publicado por Yo soy Escribidor |

He estado pensando a esta hora de la trasnochada, acerca de mi cumpleaños. No es sólo la fiesta y el pocotón de vainas que trae eso, pienso más bien en eso: cumplir años. Se ha cumplido un año en la cuenta de años en la vida que Dios me ha permitir vivir. Ayer cumplió mi hermano Larry; como cosas de la vida, él cumple el día anterior al mío, y pienso en aquello que me dijo mi mamá en la mañana en no ser tan amigable como él. Ciertas personas tienen la osadía de esperar las doce de la noche, en el cumpleaños de él, para felicitarme; eso me causa un poco de incomodidad porque no recuerdo haber nacido a las 12 a.m. , y tampoco necesito felicitaciones de lástima. Recuerdo -con risas- la llamada de mi papá en la tarde a preguntarme que si yo soy quien cumplía ese día, y yo informándole que era Larry; mañana era el mío. Por lo menos prometió pudín.
Cumplo veintinueve años. No sé si bien o mal vividos (o tal vez desperdiciados, dirán unos tantos). Algunos argumentan que ya tengo edad para casarme, tener hijos y no vestirme como pelao; pero yo no sé ser diferente a lo que siempre he sido. No sé cuál es la edad en donde dejo de ser yo mismo para ser lo que los demás me imponen por obligación: un buen trabajo, no estar quedao, no soñar tanto en pajaritos preñaos. Pero pienso...
Pienso en las llamadas que debo tener, las palabras que dirán, los abrazos que no recibiré, los argumentos de todos los años, el año que ha pasado, el regalo eterno que quiero recibir, la vida que se ha ido, la vida que vendrá, los amigos de verdad, si me haré o no el tatuaje, los libros por leer y escribir, las felicitaciones falsas en Facebook, las canciones que quiero escuchar, las películas que quiero ver, las palabras que quiero oír, las excusas de este nuevo año, la navidad que se aproxima, el sueño que me da con el insomnio que sufro, la salud en medio de la enfermedad, en los pelaos que he extrañado, en el pastor que he empezado a amar, en los proyectos del nuevo aniversario, en canciones por cantar, a quien no le importaré nunca más, en qué historias contar, en la amistad, en la traición, en la verdad, en sitios por conocer y cosas por aprender, en Dios... Sí, en Él.

miércoles, noviembre 25, 2009

Confesión del desequilibrio.

Publicado por Yo soy Escribidor |

Mi amiga Jubeis me hizo este escrito acerca de su loca confesión. Creo que ella es el tipo de personas que no necesitan presentación sino que hay que conocer; por lo tanto, no lo haré. Aquí está su escrito, dividido en dos.


CONFIESO QUE ME HE AUTODIGNOSTICADO UNA DESEQUILIBRADA
PARA SENTIRME MEJOR CONMIGO MISMA

I

“La escritura emerge como una sala funeraria donde los cadáveres respiran”
H. Duque


Empezaré agradeciendo a mi amigo, por esta oportunidad de orden catársico que me brinda. Es 17 de Noviembre, y escribiré la primera parte de mi confesión.
Hace seis meses mi ritmo de vida cambió radicalmente, me di cuenta que he pasado dos años anestesiada, y hace poco pasó el efecto. Fui novia de un enfermero por tres años y medio, lo dejé porque así Dios lo quiso. Todos preguntan cómo pasé tanto tiempo con alguien como Luis. Al principio ni yo sabía la respuesta, hace poco descubrí que nunca teníamos conversaciones profundas, parece absurdo pero es así, pasó el tiempo rápido. Por esos tres años de mi vida no fui yo, fui la mujer ideal para un hombre no tan ideal, dejé el ballet, me engordé, abandoné los libros y mis amigos, empecé a escuchar reggaetón y a ir a rumbear (para Luis es el plan por excelencia, para mí existen otras opciones, que para su gusto eran aburridas). Cuando yo lo quería, el no a mí, cuando me decidí dejarlo ya él estaba enamorado, y la relación siguió; todo fue aparentemente estable por dos años y más; él era el centro de mi vida. Cuando el Señor apareció, lo dejé definitivamente, lloraba por todos lados y hasta se le tiraba a los buses, sufrí en silencio, me dolía verlo así, pero el Señor es más importante; aún así en ocasiones lo veía pero jamás entendió mis motivos. Una vez al mes aproximadamente, hablábamos por celular.
Hace seis meses me llamó y decidí aceptarle la invitación, me parecía feo terminar en malos términos con alguien a quien quise mucho y con quien compartí largo tiempo. Una noche me llamó a decirme que me amaba y que quería verme, la tarde siguiente me llamó para insultarme diciéndome que lo dejara en paz, que él amaba a su esposa (en ese momento me enteré que su ex novia era su esposa) , en medio de mi desconcierto llegué a su lugar de trabajo donde respondió a mis insultos con llanto en sus ojos pidiéndome perdón y diciendo que aún me amaba y hablando mal de la que ahora era su ex, en ese momento llegó su “esposa” y sus lágrimas también le sirvieron para decirle a aquella mujer que estaba agobiado por mi acoso y mi persecución, que no sabía cómo hacer para que yo entendiera que él era un hombre comprometido (espero entiendan lo complicado que fue para mí redactar esto… novia, ex novia, esposa, novia…). Me pregunto cómo alguien puede en menos de tres minutos, cambiar su discurso y atribuirle otra razón a sus lágrimas. Posterior a esa noche, recibí llamadas de él insultándome, llamó a mi líder a quejarse de mí, y pidió un amparo policivo para que no me le pudiera acercar 200 metros a la redonda (nunca llegó la boleta a mi casa, ante eso él alega que no me la entregaron por mi estado depresivo), se dio el lujo de informar a los residentes del barrio la otra cara de Jubeis: Mujer blasfema, lujuriosa, acosadora sexual y experta en destruir hogares. Decidí denunciarlo por injuria y calumnia en la fiscalía.
Últimamente frecuenta los mismos sitios que yo, va a actividades de la iglesia y llega al gimnasio cuando yo estoy allí. En dos días tenemos la citación en la fiscalía. No me siento muy bien, he orado cuatro meses para que Dios obre en él y pueda recapacitar acerca del error que está cometiendo conmigo, creo que eso no ha sucedido. Además, siempre tomaba en cuenta lo mucho que sufrió cuando lo deje, sé que tengo parte de la culpa, jamás debí ir hasta su trabajo, en mi cólera fui capaz de llamar a su “esposa” a ponerle claro que yo no era la que lo buscaba a él, lo llené de argumentos, hoy comprendo porque hay gente que no puede demostrar su inocencia. No creo estar preparada para el 19 de Noviembre día de la citación en la Fiscalía, ni siquiera sé describir lo que siento. No estoy enamorada de él, Dios sabe que es así, por dos años estuve anestesiada creyendo que lo que él hiciera no me importaba, pero el efecto pasó, si me importa y me hiere, simplemente porque él sí existió en mi vida y yo di mucho por él, creo no merecer eso, no me cabe en mi cabeza, muy amplia por cierto, como existe gente así; creo que eso no tiene nada que ver con enamoramiento aunque así me lo quieran insinuar. No hay tranquilidad en mí, no puedo evitar llorar cuando pienso en aquel día. En dos días escribiré mi segunda parte, donde quedará en manifiesto de manera explícita las razones de mi auto diagnóstico y, además, les contaré el final de la odisea. Ojalá esto sea posible…

II

"El día que me quieras no habrá más que armonía, endulzará sus cuerdas el pájaro cantor, florecerá la vida, no existirá el dolor"
A. Calamaro

Es 19 de Noviembre y acabó de llegar de la Fiscalía. Todo fue diferente de lo que pensé; no pude parar de llorar en toda la audiencia. Pedí específicamente que Luis se retractara de lo que había dicho, él afirmó que lo que hizo y dijo que fue en estado de embriaguez, me dio la mano y hasta intentó abrazarme. No sé qué pensar, mejor no pensaré aunque eso arriesgue mi existencia (Según R. Descartes). No sé si de verdad recapacitó o si por el contrario mantiene su posición, pero fingió por el hecho de no querer tener más problemas judiciales.
La fiscal escribió en el documento de conciliación, que deberíamos tener una relación amigable y olvidarse de todo lo que pasó. En el documento también él se comprometía a mantener una relación respetuosa conmigo y no difamarme más, de lo contrario se tomarían acciones penales. Me alegra haber terminado en buenos términos con él -creo-.
Antes de diagnosticarme desequilibrada consideré hechos y sentimientos como:
1. Mis ataques de ira acompañados de violencia y sensación de ahogo.
2. Me importa lo que pase con Luis, creo no haber sanado mis heridas del todo; estoy segura que no estoy enamorada de él, pero sus insultos me duelen y su aparente rectificación me desconcierta.
3. Un día amanezco creyendo estar enamorada de alguien, al otro día no. Si ando en esas, espero no estar equivocada, ya me he equivocado las veces justas e innecesarias. Ojala Él lo tenga en cuenta y estabilice eso allí. Hoy creo que son ideas mías
4. Últimamente lloro con más frecuencia, específicamente cuando escucho música, no entiendo eso tampoco, porque la mayoría de las veces las canciones no me evocan a nadie específico.
5. Me da miedo que cuando viva en el cielo no tenga las mismas mascotas que tengo en la tierra. Esto sucede a diario
6. Hago silogismos empleando versículos bíblicos.
La situación detonante fue aquella que describí anteriormente; confrontó tanto mis sentimientos y emociones que llegué a esta conclusión: Soy una total desequilibrada, yo sé lo que quiero y a quienes quiero, pero no sé cómo los quiero. Yo sé lo que deseo pero no sé si en realidad eso deseo. Y con respecto a Luis, sé que no estoy enamorada, pero aún él tiene la facultad de herirme. Sufro de desequilibrio, pues no creo que en una mente normal sucedan tantas cosas.
Sé que te amo pero no sé cómo te amo… Días como hoy no existo porque he decidido no pensar…

domingo, noviembre 22, 2009

Confieso que NO tengo nada con Jimmy

Publicado por Yo soy Escribidor |

Alrededor de mi amistad con Jaime han surgido todo tipo de comentarios: buenos, malos, mal intencionados, unos destructivos y otros con buenas intenciones.
Estamos pronto para nuestros cumpleaños; él cumple el 26 y yo al día siguiente. Quiero celebrar con él un año que en realidad ha sido difícil para ambos, tal vez para el resto también (mis discípulos y otros amigos) porque han sido una montaña rusa de emociones, malos entendidos, groserías, alegrías y tristezas. Laura me preguntó hace poco que si lo extraño. Sí, lo extraño; pero sobre todo cuando estamos molestos. Habrá quienes piensen que nuestra amistad es extraña, para poder explicársela, tendríamos que hablar de cosas que sólo en los pactos se dicen; palabras que están reservadas para la intimidad.
Sí, me quiero casar, y quiero que mi esposa sea amiga de su esposa y de él. Quiero tener hijos y que él sea el tío Jimmy. Que, ¿cómo dos hombres se pueden querer así? Se preguntan. Yo creo que es porque somos hombres y hemos quebrados las barreras de la estupidez machista.
Por ello y en tributo a ello pongo fotos que nos hemos tomado con alguna cámara desprevenida o algún celular triste. Aclaro: Jaime y yo NO tenemos una relación homosexual y no la vamos a tener. Sé que ha sido motivo de chismes; siento decepcionarlos.

Con Manduca en Santa Marta cuando se partió el pie

En Centro Bíblico

Esto fue en Santa Marta también

Esto no sé dónde diablos fue

Con Junior Zapata (Junior del alma)

Con Sharib en su cumple (Cornelius)

Unas pizzas que nos brindaron las discípulas de Larry

viernes, noviembre 20, 2009

Confesiones desde parís

Publicado por Yo soy Escribidor |


Alex Ortega ahora está en París. Logró cumplir parte de sus sueños. Es un man que vivía en el barrio Lucero. Siempre le reclamó a mi hermana por no haberlo discipulado. Es un man buena gente y con quien se puede tener una conversación amena. La última vez que nos vimos creo que fue en el Barranquijazz; hoy le tomé esto que escribió en su Face, con permiso de él, y ahí va.






En este mundo traidor nada es verdad, ni mentira, todo depende
del cristal con que se mira
Campoamor


Lo que voy a relatar a continuación sobre la mítica Paris, sólo hace parte de mi obtuso ángulo de ver las cosas, no hacen parte de la realidad; por tanto, sólo es mi exclusiva percepción. Pero me veo forzosamente obligado a escribir esta nota, pues yo, que desde siempre he tenido la habilidad -o la desgracia- de asombrarme con cualquier cosa, he mirado con detallada minucia, y sin falta de comparación, a todo los registros que poseo desde mi natal Barranquilla. Entonces, ahí se las suelto, care’ perro.


1. Los franceses que saben bailar salsa, lo hacen como si fueran a presentarse a un programa de televisión de Jorge Barón. Su baile se trata de una serie de maniobras de brazos y caderas, donde la mujer y el hombre se funden en una serie de convulsiones armoniosas y muy estéticas. La mayoría de ellos, han pasado por las clases de algún indocumentado cubano o puertorriqueño.

2. La gran mayoría de bancos son diminutos. Siempre que usted vaya, encontrará un sólo cajero y dos personas haciendo cola. Bueno, recordemos que mis referencias son el Banco Popular del Centro y el Davivienda de la 72.

3. Algunos taxis son Mercedes Benz, y la mínima no cuesta 5 barras como en Quilla. Y es mejor arreglar las tarifas antes para no entrar en conflicto con algún árabe o africano, que por cierto, no les importa, a la gran mayoría, que se les entienda o no su francés, con una TONALIDAD bastante FUERTE...; rezago de su lengua materna.

4. Es frecuente encontrar en las estaciones del metro, maestros de la música clásica, interpretando a Mozart, Vivaldi o Chopin, por unas cuantas monedas. Esto sí que paraliza. La gente se detiene a escuchar y a mirar lejos. No, ¡lejos no! ¡A perderse en el limbo! Curiosidad: Un día, esperando el metro, un hombre apareció de la nada, se para al lado del señor que tocaba el acordeón y comenzó a cantar una ópera italiana, y después, como 10 personas terminaron cantando a coro. Recordemos que sólo me sé el coro de Eres la reina de Diomeditos, o sino la madre que me meto... y canto.

5. La gente que pide plata, tiene pinta de médicos o de cajero de banco de Barranquilla. Monos, ojos verdes, y lo curioso: completicos. No les falta nada, ni una pierna, ni un ojo, ni ná’. Mientras en Quilla lo que pesa es la maniobra de la verborrea, aquí entre más cara de pena pongas, mejor te va.

6. La París tan comercializada en fotos y en películas en Colombia, sólo existe en un 30 por ciento. Aquí también hay desempleo, vendedores ambulantes, el sida y la hepatitis B, son la moda. Existe, además, un problema de vivienda del hijuemadre: todo el mundo quiere estar en París, y no hay cama para tanta gente. Una mezcla étnica impresionante, que crea una brecha entre los documentados y los indocumentados; los que hablan francés, los que medio lo hablan, y los que no lo hablan. Aquí la gente también se la guerrea para ganarse el centavo.

7. Los grupos étnicos más notables son:
Árabes: Muchos de ellos tienen mucho billete y controlan algunos negocios, como los cyber y las panaderías.
Africanos Negros: Algunos tienen buenos trabajos, pero su mayoría, tienen que guerriársela al negro. Término utilizado por los mismos franceses (‘Travailler Au Noir’) para decir que se trabaja como indocumentado.
Chinos: Los mismo franceses dicen que tienen billete, pero lo único que sé, es que se visten como los muñequitos de Súper Campeones que yo veía en el año de 1997, y que las únicas bolsas de Luis Vouitton, las he visto a las chinas o japonesas; yo que sé... todos se parecen.
Los latinos somos minorías, al igual que los hindúes y los de Europa del este (estos países que terminan kia, tia, petia, blablá).
Los alemanes aquí son como los cachacos en la costa, unos los saca de una. Siempre están en grupo, y se les nota lo emocionados; hasta podría jurar que se dicen los unos a los otros: Cierto que la estamos pasando rico, ¿cierto?... No hablo alemán, pero la quinética cachaquesca me lo indica.
Como sea, todo este entramado de etnias, hace de París un Show de primera fila, por su diversidad y lo bueno que le aportan a la vida cultural de París.

8. Hay un barrio gay que está justo al lado del barrio Judío. Se puede ver a los coloridos hombres agarrados de la mano, besándose, o en pequeños bares tomando café, sin miedo a la censura, o al comentario de la vieja chismosa. (Nótese que en Quilla siempre hay una vieja chismosa en el barrio). Aquí eso es normal. Ojo, no la vieja chismosa. Aquí la vaina es frentiá*. Los bares, restaurante o saunas gay se identifican por una bandera multicolor que se menea coquetona en la entrada.

9. Aquí un euro es como mil barras en Quilla. Pero miren: Con un euro puedo comprar una lata de lentejas en 70 céntimos y una sopa de pastas en 30 céntimos. En Quilla puedo comprar el salchichón, pero me haría falta la Pony. (Nótese que me gusta una Pony). Con mil barras puedo pagar una hora de internet. Aquí la hora de internet te cuesta 2 euros; ¡súper caro! Es decir, lo precios son relativos, lo que pasa es que muchas veces, se gana en euros y se sigue pensando en pesos, y así es que se forman los chismes... y por eso es que los matan. CONCLUSION: Se gana en euros pero se gasta en euros.

10. Como sea, todos los días siento el meque de que no estoy en Quilla, y la extraño mucho. (Aclaro: menos el hp calor. Siempre lo odiaré con todas las fuerzas de mi alma). Extraño su gente, el comentario imprudente y amistoso de cualquiera en la calle, el mototaxi, la música en las calles, la vieja chismosa del barrio, a la señora de las cocadas, el olor de la lenteja de mi mamá, (bueno, cuando no se le quema; es que es frecuente esto último). Ya está llegando diciembre aquí, y la gente sólo habla del frío. Como sea también me gusta París, estar en el centro de una ciudad que no duerme, donde siempre hay algo que hacer... y este papayaso yo sí que no lo voy a desaprovechar es nada. Cierro como dice el burro mocho: ¡Mamá estoy triunfando, mándame pa’ el pasaje! Paris Je t aime.


*Por Frentiá se entiende algo que es sin tapujos, sin pena, sin temor, de frente. (N. del E.)

domingo, noviembre 15, 2009

Confesión: Mi Ventilador: mi fiel amigo.

Publicado por Yo soy Escribidor |

Ya que estamos en esto de las confesiones, J. hizo la suya, basado en su propia vida y el esfuezo de ésta en ciertas horas del día.
Jimmy está haciendo la tesis, pero no tiene compañero de tesis; por lo cual, él me ha hecho su único tesismate, algo que he intentado asumir con la responsabilidad propia del cariño. Su mamá se llama Beatriz Helena. Su portátil se ha dañado por estas épocas por eso recurre al Pc de Jorge, su hermano. Va a cumplir el 26 de noviembre, la misma edad de mi hermano y -quién lo creyera- cumplen el mismo día.


El calor que de estas tierras emana es severamente insoportable; especialmente, en oficios, cuyas áreas de acción, no son muy ventiladas. Durante un tiempo trabajé en una empresa de metalmecánica, y aunque estaba en una oficina con aire central, el imponente sol caribeño, establecía la temperatura dentro de ésta. A las diez de la mañana, ya podía sentir los treinta y tantos grados de calor, que aumentaban lentamente, haciendo de mi trabajo un poco menos productivo de lo que ya era.
Había un baño, que tenía un respiradero que daba al taller, por el cual, el vapor caliente se filtraba. No sé cómo la gente se pudo soportar semejantes circustancias para hacer sus actos intestinales.
Ya en el taller, el cuento era otro. Además de las directrices ambientales del rey astro, súmenle el calor generado por las máquinas industriales de soldar, de cortar metal o de las fresadoras. Junto con todos estos artefactos, estaba la gente que manejaban tales máquinas. Gente que expedía sudor fragantemente grajuriento*, vulgaridades y groserías que, obviamente, ayudaban al alza de la temperatura. Gracias a Dios que soy Ingeniero de Sistemas y no está entre mis planes trabajar en tales condiciones.
Ahora bien, como dije anteriormente, hay lugares muy poco ventilados en los que tenemos que hacer algunas presentaciones estomacales. Y para quienes vivimos en casas, cuyos arquitectos no pasaron de diseñar castillos en el aire, los baños de éstas son ejemplos claros de lugares en donde el aire no fluye. Es por esto, que cada vez que voy a sentarme en el gran trono cremita de mi baño, llevo un ventilador. Lo hago desde hace mucho tiempo cuando descubrí la placentera sensación de frescura y libertad al mismo tiempo. De esta manera, cada vez que horneó un pastel, el poco sudor que de mis glándulas sale, se seca instantáneamente. Pero debo decir, queridos Videntelectores, que se ha vuelto una adicción.
Así sea la lluvia o la noche que por momentos disminuye la imponencia del Mono**, aunque haya veinticinco grados en mi reducida comarca, llevo el ventilador. Como dije antes, en cada momento de liberar a Willie, la sensación de libertad y frescura se combinan para hacer de tales minutos, los más bonitos del día.



*Grajuriento se refiere al olor en la axila que acá llamamos Grajo. **Por Mono se refiere al astro mayor (N. del E.)

viernes, noviembre 13, 2009

Confieso que estoy enamorada

Publicado por Yo soy Escribidor |


Sé que a Laura no le gusta esta foto. Se puede ver en ella el lunar que se quitó. Ella sigue siendo Ingeniera en Agrocosta, pero ahora, tiene nuevas funciones en su cargo. Su confesión es acerca de su amor intangible y no sé si correspondido, ella no dice a quién es. Si alguien quiere hacerlo, pues, que se lo pregunten a ella directamente. Su mamá se llama Alicia , y pelié con ella por teléfono. Es hermana de Sigy, quien tiene una homónima en Japón. Esta es su confesión, un poco extraña cuando uno sabe a quien se dirige.



Empezó como un juego. Un experimento sin importancia. Una relación ocasional. Pasaba días sin saber de ti y todo estaba bien. Hoy te necesito. Tienes un lugar especial en mi vida. Ocupo parte de mi día en que estés bien y que no te falte nada. Me das alegrías y sorpresa que no te imaginas. No tienes que hacerlo y no puedes hacerlo. La verdad es que a este punto me basta con que existas. A veces cuando el ánimo decae y la inspiración se va, no quiero escribir o cantar, entonces recuerdo que existes y algo surge. De alguna retorcida forma, le das sentido a mi vida.

Sé que es tonto amarte porque tú no haces nada por enamorarme. No puedes hacer nada más que existir. Permaneces ahí. Siendo el objeto de mi afecto. Recibes gustosamente -o eso creo- mi cariño. Nadie puede saber cuál es la magnitud de lo que siento por ti. Si hay que nombrarlo de algún modo, yo lo llamaría amor. Estoy enamorada. Lo confieso. Alguien podría pensar que esto es enfermizo y tal vez lo sea pero no me culpo, después de todo, aunque intangible, eres lo único tangible que tengo.

miércoles, noviembre 11, 2009

Confesión de Máscaras.

Publicado por Yo soy Escribidor |


Jonathan es mi amigo de la U. Es novio de Yuranis y, mientras escribo esto, trabaja en Seguros Bolívar. A pesar de no conocernos hace mucho, creo que es un man brillante, paciente, analítico y buen amigo. Siento un gran aprecio por él y, gracias a él (y a Jhonny, sin lugar a dudas), mi estadía en la universidad fue gratificante; no creo encontrar mejores partners -si me permito el inglés-, para vivir la Academia. Jonathan confiesa algo que espero que lean y saquen sus propias conclusiones.



Mi amigo David me ha pedido escribir algo para su blog. Alguna vez escribí, pero sé que ahora no. Nunca he escrito a personas fuera de una relación conmigo; o sea, una novia. Vamos a ver que sale.
¿Qué confesión puedo manifestar? Pues, de pronto una gran tristeza que, gracias a las risas y bromas, nadie logra captar. Siempre mantengo una máscara, para que no sepan cuál es mi verdadero sentir. He aprendido que en este mundo debes jugar lo mismo que juegan todos, y ese es el juego de las máscaras. El día que cualquiera me diga que ha conocido a alguien que no lleva una máscara puesta, ese día bailo en medio de una calle con vestido de novia. Aunque nos duela, es así: los seres humanos somos egoístas por naturaleza, siempre.
Lograr ser una buena persona, no es dejar de ser egoísta; es saber cuándo serlo y cuando no, o tal vez cuándo demostrarlo. ¿Por qué? Hay muchas buenas personas, ante la sociedad, y, tal vez -sólo tal vez-, no lo son. No voy a decir que Juanes es malo, sólo dejar la duda. A mí me da igual si lo es o no, porque no me afecta. Sin embargo, Juanes podría ser simplemente el producto de una buena imagen publicitaria; es todo lo que digo. Así pienso igual de cualquiera, hasta del Papa, no sabemos, sólo nos queda lo que muchos conocen como la fe. La fe. Hmmm, para mí, es una tontería. Es un suspiro de esperanza que siempre tenemos los humanos, pero para qué nos sirve. ¿Es algo que produce? Es como casualmente escuché a un comediante decir: “Nosotros le tenemos una fe al culo. Cuando creemos que nos vamos a estrellar, que un balón de futbol en un mundial va o no a entrar, apretamos, apretamos para hacer fuerza.”No, no seamos tan idiotas; la fe no es garantía de nada, es la debilidad de la humanidad. Es la limitación de cualquiera. Hacemos un esfuerzo, y el resto se lo dejamos a Dios, y se lo dejamos con la fe en que así será. No comparto eso, nosotros debemos valernos por nosotros solos y luchar con todo y por todo, no dejarle nada a Dios. Bien es dicho en la biblia que Dios es el Padre Todopoderoso, y así pensábamos de nuestros padres cuando éramos niños: que eran lo máximo. ¿Cómo sería la vida de un niño si, en un juego de fútbol, patea al marco, y para que el balón anote, debe entrar su padre a terminar el trabajo? Siendo así en cada partido siguiente. ¿Crees que algún día ese niño llegará a ser un gran futbolista? No lo creo. Un padre nunca interviene, sólo le enseña en los momentos adecuados para que cuando venga la hora del partido, este niño anote todo los goles que quiera. Así pienso yo. Nosotros debemos darlo todo, y hacer todo nosotros sin esperar que alguien nos haga el favor. Si las cosas no suceden, no es porque Dios no quiso, es porque no dimos lo máximo, y no seremos recompensados.
Sé que no tuve una línea con lo que iba diciendo, y no tuve conclusiones con cada tema, pero yo no soy nadie para darles las respuestas; igual no las tengo. Sólo manifiesto las dudas; mis dudas, que pueden ser de muchos. Y espero no herir, molestar o cualquier cosa que signifique problemas. Yo respeto al cien la opinión de las demás y pido lo mismo de las mías. Quien no esté de acuerdo, ok; pero no espero algún tipo de polémica. Gracias.

miércoles, noviembre 04, 2009

Confieso soy novia del amante de mi mejor amiga

Publicado por Yo soy Escribidor |

Mientras escribo esto, pienso en Manduca. Le escribí un correo diciéndole cosas que no le había dicho y que ya era tiempo que supiera. No había comenzado este mes de confesiones y en honor a la sinceridad de las relaciones, pongo de primeras la que recibí de ella.
Manduca se hizo la liposucción, cada día está más flaca. Es novia de Carlos a quien le decimos El Nene. Ella sólo afina las canciones que no son cristianas y -quien lo creyera- estuvo en el coro infantil de la iglesia cuando era niña. La foto fue una premonición del romance que surgió entre ellos. Como siempre dije: Lo veía venir, y ella lo cuenta todo.



¿Qué te exigen tus papás de mí? Buena pregunta para poca respuesta. Sólo puede decir nada que nunca me han dicho nada.
Por más de dos años fui su líder; estuve pendiente de su crecimiento como hijo de Dios, compartimos juntos muchas cosas de la iglesia y vivimos una que otra salida de integración. Luego decidió apartarse, hacerse a un lado y continuar con su vida, con la única diferencia que ahora era hijo de Dios. Su vida se limitaba a cuatro paredes, a atender su negocio, a vivir con su mamá y su hermano, a luchar por un amor imposible: su vecina, y si no estoy mal, tuvo una fugaz relación con ella.
Podríamos decir que también éramos amigos. Tengo que aclarar que él es un hombre de pocos amigos, pero me consideraba una de ellos. Por momentos lo escuchaba, en otros sólo callaba, pero construimos algo llamado amistad. Retomando esa palabra algo controversial, con alguien muy importante para mí, pude darme cuenta que él se había convertido en protagonista en la vida de ella. Entre las dos tuvimos algo nuevo de qué hablar; pero para fortuna o infortunio -aún no lo sé-, eso duró poco. En mi papel como amiga pude consolar, escuchar y aconsejar, sin saber que lo que estaba haciendo en realidad era ilusionándome en el silencio. De eso no quedó nada. Entre los dos o los tres todo se acabó. No hubo historia más para contar.
Noviembre llegó. Cumpleaños del Líder. Salida a comer. Mirada inolvidable. Recuerdo de la luna de Barranquilla. Mucha gente alrededor; pero esto no fue impedimento para que nuestros corazones creyeran que podrían estar cerca, latir por algo en común. Eso no fue todo. Pasó la noche, los días, las largas conversaciones por teléfono y por chat. Las lunas interminables de palabras bonitas, de coqueteo constante. Pero aún nadie decía nada. Ni él ni yo nos atrevíamos a mencionar palabra, aunque los de alrededor sí lo notaron; fueron ellos los que se dieron cuenta. Para mí era imposible pensar que me gustaba quien, hace unos meses atrás, llegaría a ser el novio de mi mejor amiga. Difícil asimilarlo, pero llego el día. Él se dio cuenta que nuestras miradas habían cambiado, que nuestro iris brillaba diferente, y aún con dudas en su mente y su corazón, fue capaz de decírmelo. Para mí no había razones ni esperanza. En mí todo se resumía en un “no, eso es imposible”; no obstante para los demás, era todo lo contrario.
Cada palabra que salía de su boca era colar para mi ilusión silenciosa; cada mirada, cada gesto, eran ladrillo para mi castillo.
Diciembre. Fiesta. Cumpleaños. Nuevo año. Alegría y tristeza. No hubo día en que no nos habláramos o viéramos. Dos y nueve; no pudimos evitarlo, un beso fue el final de nuestra relación muda y el comienzo de la que podría ser la única relación de noviazgo que ambos tendríamos.
Un beso robado -o dejado robar-, avisado o inesperado; no fue suficiente para dejar de pensar lo que se nos venía encima. ¿Dónde quedó mi papel de amiga? Me tocaba decidir y lo hice. Compartir lo que sucedió era mi única opción: mi amiga y mi líder. Sus reacciones no variaron mucho pero las consecuencias fueron totalmente diferentes. Él sólo pudo decirme: “Ya lo sabía. ¿Cuándo se lo vas a decir a ella?”
Y ella sólo me preguntó: “¿Y eso cuándo pasó?” , argumentado en su sorpresa: "Me alegro, ustedes hacen buena pareja, además, yo no le pude responder de esa manera”. Aunque sus respuestas no fueron suficientes para mi tranquilidad, persistí en mi romance clandestino hasta que se hizo público.
Él es supremamente sincero. Es más, si alguien, algún día, me preguntaría cómo lo describes en una sola palabra, esa sería la perfecta. Es, también, descomplicado, atento cuando se lo propone, ama a Dios y a su familia, tímido, y ralla en lo reservado, con miedos en mente y corazón, con el don de administrar a la máxima potencia. Aunque no lo demuestre, vive por su familia incluyendo a su mascota, amante de los juegos virtuales, fiel de lo que siente, independiente de lo que los demás piensan. Así es el hombre del que me enamoré, por el cual creí en una relación de noviazgo, con el que sueño de vivir como mujer, como Evangelista, como profesional y como hija de Dios. Con él quisiera compartirlo todo.

lunes, noviembre 02, 2009

Mes de noviembre

Publicado por Yo soy Escribidor |


Este mes de noviembre, he comenzado en mi blog series de confesiones. Sharib inició con su escrito. Espero que si alguien tiene alguna confesión que hacer, me escriba al correo y ahí miramos si la publicamos. Todos tenemos algo que decir que no decimos: Alguna manía penosa, un amor prohibido, un rencor divino, un sexo ilícito, una poesía triste, una canción profunda, una enfermedad del alma.
Esa es la temática de este mes, por lo menos, si algo extraordinario no ocurre.